Esta colección es un gesto recíproco. Cada diseño es arte, sí, pero también argumento, un rechazo visible. Y con cada caso presentado, la mitad de las ganancias se dona, pasando directamente a manos de la Organización Mundial para la Protección de los Animales. No es caridad como una ocurrencia tardía, sino un principio. No es sentimiento, sino estructura.